Sufrido y emocionante partido el que disfrutamos en Soto frente a Castro 97 la mañana del sábado, un encuentro en el cual, si perdíamos, decíamos adiós a poder ganar el título de liga.
La verdad es que fue un partido bonito de ver. La primera parte fue de dominio visitante. Estuvimos muy erráticos y flojos tanto en rebote como en la defensa del 1x1, y estuvimos algo alocados en ataque. Sin embargo, pudimos lograr muchos contragolpes, que nos hacían estar al descanso 1 abajo.
La segunda parte nuestro juego, sobre todo en defensa, mejoró. El tercer cuarto siguió por la línea de las alternancias en el marcador, mientras que en el último apretamos y, a falta de tres minutos, nos veíamos 7 puntos arriba en el marcador. A partir de ahí fue cuando llegaron los nervios (sobre todo para mí, que por la lesión no podía estar en cancha).
Empezaron a presionar a toda la cancha, poniéndose rápidamente por delante y, sobre todo, sacándonos del partido, desconcentrándonos. Así fue como entramos en el último minuto. Tras dos posesiones falladas, Castro se ponía 3 arriba con 20 segundos por jugarse. Atacábamos y, en lugar de jugar largo buscando anotar de 3, una bandejita de Danny nos dejaba a 1.
Quedando 10 segundos, ellos sacaban de fondo. Milagrosamente, Isma robó el balón quedándose solo y fallando... pero cogimos el rebote... y volvimos a fallar hasta que la bola salió por línea de fondo. A falta de 4 segundos, Isma recibó en poste bajo, sacando el balón desde abajo encestando la canasta decisiva.
Definitivamente, partido de infarto pero que nos permite sguir con opciones (incluso perdiendo un partido más antes de la vuelta en el Patxi Torre, el campeón se decidiría en ese pabellón).
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