Al igual que con el equipo infantil, también acabó la primera parte de la liga para el equipo cadete, desgraciadamente con una derrota difícil de digerir ante el equipo de Santoña. El encuentro se presentaba interesante, teniendo nosotros un conjunto físicamente superior al suyo (la mayoría de sus jugadores era de primer año). Durante el primer cuarto sí se notó esa superioridad, sobre todo en defensa, y acabamos el parcial 5-12.
Sin embargo, el segundo y el tercero nuestro ataque fue muy espeso, sin claridad de ideas, y sólo pudimos anotar 7 puntos en esos 20 minutos. Esta decaída alcanzó su punto más bajo en la bocina del tercer período, cuando nos enchufaron un triple que nos dejaba 8 abajo (27-19).
El último periodo fue la otra cara de la moneda. Pudimos robar muchos balones en la línea de arriba de la defensa, en ataque buscamos más a los postes y estábamos más o menos acertados en el tiro libre. A falta de unos dos minutos, el parcial era de 2-17, para ponernos 7 arriba.
En ese momento, los locales pidieron un tiempo muerto, y a partir de ahí se juntaron muchas cosas. Nos entró el miedo a ganar (que ya vimos contra Calasanz) y ellos se crecieron. Fueron recortando distancias hasta llegar al 35-39, con posesión en sus manos, cuando quedaban 30 segundos. Después de estar a punto de robar la pelota, la defensa se dividió y anotaron de tres casi a la desesperada. Con 4 segundos por jugar y sacando de medio campo, su base tapó el saque y recorrió el campo acabando en una bandeja solo, dando la victoria a su equipo.
La verdad es que duele un poco perder así, en una jugada totalmente desafortunada y anotando en los últimos 10 minutos tantos como en los primeros 30, aunque esto es baloncesto y todo es posible. Ahora, toca volver a empezar, comenzando dentro de dos semanas la segunda fase (compitiendo en 1ª División, si no hay cambio de última hora) ante el SAB Torrelavega.
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